CARTA AL PERU TAWANTINSUYANO
DEL SIGLO XXI
Hanan Kollasuyu (Puno), enero del 2017.
Hermanos y hermanas:
Estamos ya caminando por las sendas del tercer milenio, después de cerca de
500 años de dominación euro-española y latinoperuana (1526-2017), siglo que es
nuestro para nuestra definitiva autodeterminación política y autogestión
gubernamental como pueblos y naciones, herederos de la gran civilización
comunitaria de ayllus del Tawantinsuyu. Civilización que los plumíferos
cronistas del siglo XVI-XVII y los seudo historiadores del siglo IX y XX, han
deformado y siguen deformando el verdadero valor civilizatorio de los cuatro
florecimientos culturales regionales, que con acierto político y económico ha
llegado a consolidar el Estado Confederado de Pueblos y naciones del
Tawantinsuyu, ignorado y voluntariamente negada.
Desde las instituciones coloniales y neocoloniales del Estado-Nación
republicano del Perú oligárquico, siempre se ha afirmado que el Tawantinsuyu y
las culturas regionales eran “imperios”, que la mente subjetiva y teologal de
la época de la “ilustración latino sudamericana”, han acuñado para justificar
su inexistente identidad cultural, mirando a su madre patria Euro-España. Esta
afirmación que se mantiene por cerca de 500 años de colonialismo mental, ha
hecho que el pueblo y las naciones kechuas, aymaras y amazonenses se sientan
“latino peruanos”, sin entender que su pertenencia territorial es el
Tawantinsuyu (América del Sur), y su personalidad etnohistórica son los hechos
y acontecimientos históricos y culturales que permitieron la edificación del
milenario Tawantinsuyu.
Toda esta rica historia, cultura civilizatoria de nuestros antepasados no
han sido correctamente explicados en la escuela, en el colegio y la
universidad, instituciones encargadas de reproducir el pensamiento colonizador
del extranjero, para mantener el sometimiento del soberano y ser manipulado
para sus insanos propósitos politiqueros, que lo revestían de “democrático
liberal/neoliberal”. Propósitos insanos que se arrastra desde el 21 de julio de
1821, época en que nace el Estado-Nación republicano de los “Españoles
Americanos”: criollos y mestizos separatistas de la guerra de la independencia.
Independencia que solo ha beneficiado a los caudillos militares y civiles
que nacieron con la guerra separatista contra su madre patria euro-española,
bajo el canturreo de “libertad”, “igualdad” y “solidaridad”, que les dio poder
de dominación a los gobernantes republicanos, que de encomenderos españoles se
convirtieron en presidentes, senadores, diputados y autoridades locales y
regionales, convirtiéndose en los nuevos colonizados colonizadores oligarcas,
que se permitieron negar todos los derechos civiles, políticos, jurídicos,
económicos y culturales al pueblo y las naciones kechuas, aymaras y amazonenses
que pusieron el pecho a las balas, al sable y los arcabuces del salvaje guerrero
chapetón pukakunka.
Los caudillos militares y civiles de los primeros años de la república,
premunidos de la ideología política liberal europea, formulado por los
ilustrados revolucionarios franceses jacobinos y girondinos (1879),
emprendieron el proceso de la colonización interna republicana, que se instauró
para perfeccionar la explotación servil, que se afirmó en las haciendas de la
sierra y en los latifundios costeños, donde el kechua, el aymara, nazkense,
moche y otras expresiones étnico-culturales fueron convertidos en esclavos y
siervos de los nuevos encomenderos que se hicieron del poder político,
económico y jurídico en las provincias y departamentos más ricos en la producción
agropecuaria y los minerales.
El gran Tawantinsuyu, que a la llegada de los españoles tenía cerca de 12
millones de habitantes, que no sufría de hambre, ni de ningún derecho que se
había instaurado dentro del sistema económico comunitario de reciprocidad,
mucho menos era víctima de un supuesto poder imperial y monárquico. Es bueno
señalar que la sociedad tawantinsuyana no conoció la propiedad privada ni las
clases sociales, que son los fundamentos de la sociedad clasista de Europa. Sin
embargo, los plumíferos y politiqueros europeos y latinoperuanos han afirmado
sin fundamento que el Tawantinsuyu era una sociedad clasista, porque respondía
al modo de producción asiático y/o andino, para justificar su herencia colonial
española virreinal.
Los gobiernos de la oligarquía peruana quienes se afirmaron en el sillón de
Francisco Pizarro y de Francisco de Toledo, se han hecho dueños de la casona de
gobernación virreinal, que hoy se llama la casa de gobierno o palacio de
gobierno, desde donde salen leyes y decretos leyes a favor de quienes hoy son
dueños de nuestras riquezas naturales y que al enajenar en beneficio de las
grandes empresas trasnacionales, que hacen grandes empréstitos económicos para
la supuesta modernización e industrialización del país. Los cerca de 200 años
de vida republicana oligárquica, nos demuestran que nada ha sido modernizado
con respecto a la producción agropecuaria, ni se ha industrializado o transformado
las materias primas para emprender la industrialización del
Perú-Tawantinsuyano, todo lo contrario, convirtieron a nuestro país en un
almacén de los intereses de las trasnacionales, gracias a los pongos
politiqueros como, Fujimori, García, Toledo, Ollanta y Pedro Pablo Kruczynski,
que para servir mejor al imperio forjaron sus partidos politiqueros para
sonsocar al pueblo que confió en las mentiras electorales.
El pueblo elector de los distintos sectores de la sociedad son tan
responsable de las calamidades que sufren la totalidad de los habitantes de la
costa, sierra y selva del Perú-Tawantinsuyano; pues, conscientemente de su
sufrimiento, siguen votando por sus carniceros, que nos van matando lentamente,
uno de los ejemplos emblemáticos, son las mujeres kechuas esterilizadas por el
gobierno neoliberal de Fujimori, que siguen confiando en Keiko, que lo han
confirmado al darle al congreso una representación mayoritaria, sin excluir a
los varones que en su desesperación frente a los chantajes y engaños de la
derecha y la izquierda votaron por la hija del genocida, ladrón y corrupto
Alberto Fujimori y una minoría poblacional votaron por la izquierda caviar, que
tampoco es su liberador, porque, un colonizado colonizador no puede ser los descolonizadores
ni los liberadores de las ataduras del mercantilismo y de la economía de
mercado capitalista.
Es tiempo de asumir la responsabilidad etnohistórica, política y jurídica
después de vivencias engaños electorales, promesas fariseicas de los candidatos
a la primera magistratura, tanto de la derecha, la izquierda y de la centro
derecha y/o izquierda nacionalista latinoperuano. Las pasadas elecciones del 8
de abril del 2016, deben constituirse en el punto final de los gobiernos
neoliberales y de afirmación de la insurgencia ideológica, política, económica,
jurídica, cultural y espiritual de los excluidos, discriminados, explotados del
territorio peruano-tawantinsuyano.
La experiencia de vida nos enseña que no es tiempo de confiar en los
gobernantes comprometidos con los intereses trasnacionales, sin embargo, es
importante denunciar la manipulación ideológica y política que se ha venido institucionalizando
en nuestra realidad social y política, es decir, los venidos de Europa, de
Norteamérica, Asía, África, con la única finalidad de alternar y mantener el
statu quo de la colonización impuesta desde el siglo XVI, época del
florecimiento pluricultural, plurilingüe y plurinacional del Tawantinsuyu, que
hoy por hoy merece continuar su derrotero civilizatorio y sepultar todas las
formas de opresión colonial republicano que los liberales y neoliberales
imponen al pueblo sometido por los criollos y mestizos republicanos.
La respuesta histórica, política y jurídica debe ser pergeñada por
nosotros, los kechuas, aymaras y amazonenses del Perú-Tawantinsuyano e impulsar
la definitiva batalla que nuestros antepasados emprendieron, como Manko Inka,
Kirkis, Rumi Ñawi, Tupak Amaru II, Pedro Willka Apaza y muchos otros de la
época contemporánea, sobre todo, las libradas en la década del 1920, 1930,
1980, 1992 y el de los últimos años del siglo XX, para enfrentar a los sátrapas
neoliberales que olvidaron que son simples alojados en nuestro territorio
ancestral y que deben dar paso a que el kechua, aymara y amazonenses tomen las
riendas de la administración gubernamental, desde la experiencia milenaria de
nuestra sociedad ancestral y reconstituir el Estado Confederado de Pueblos y
Naciones del Perú-Tawantinsuyano del siglo XXI.
A nosotros miembros del pueblo soberano, nos toca la responsabilidad de
organizarnos políticamente, para recuperar el poder usurpado y de esta manera
sepultar el régimen gubernamental republicano, que al Estado-Nación no supo
conducirlo, sino empantanarlo en la discriminación, la exclusión y la
explotación del que somos víctimas centenariamente por el colonialismo, que se
sustenta en la Constitución Política del Estado neoliberal republicano, donde
se consagra la economía de mercado capitalista para beneficiar a las empresas
trasnacionales que roban antes de hacer inversión y cooperación sería y
responsable.
El gobierno de Pedro Pablo Kruczynski, eminente hombre de las
trasnacionales, hoy gobernante del régimen neoliberal republicano, es una
verdadera vergüenza y fracaso político, debido a su impotencia como primer
magistrado, que ya el general de los pobres Juan Velasco Alvarado, lo había
sindicado como un verdadero ladrón del Banco Central de Reserva que escapó por
Ecuador y llegar al vientre del monstruo, los Estado Unidos de Norte América,
único ganador de la guerra fría. Esta realidad socio-político nos demuestra una
vez más que el pueblo colonizado mentalmente con los dogmas liberales y
socialistas, tiene memoria corta y comete los errores que lo ponen en una
situación de sobre vivencia, cuando sus elegidos son más ricos; preguntémonos,
¿Fujimori, García, Toledo, Humala y PPK son realmente servidores del pueblo o
ladrones del pueblo?, porque hoy exhiben una envidiable posición económica, que
los convierte en los nuevos aristócratas sirvientes del capitalismo salvaje,
con lenguaje político populista, sacrosantamente bendecida por el Cardenal
Cipriani representante de Dios en la Tierra.
La coyuntura política actual nos demuestra que el poder político neoliberal
fujimorista se encuentra en el poder del congreso nacional, con la clara
estrategia política de sustituir al presidente del PPK y de esta manera retomar
el poder del Estado y seguir con la política del ladrón Alberto Fujimori y
restituir a Montesinos en el escenario político, para garantizar los desmanes
que cometieron durante la dictadura civil-militar, sobre todo, en reproducir la
corrupción y el genocidio, so pretexto de la defensa de la democracia y la
gobernabilidad. Este escenario politiquero y corruptor gubernamental, debe
terminar si queremos que el pueblo y las naciones del Perú-Tawantinsuyano: los
kechuas, aymaras, amazonenses asumamos la conducción del destino histórico,
político y jurídico y ser los actores principales del siglo XXI.
Siendo los conocedores de la realidad lacerante de la sociedad capitalista
neoliberal, debemos impulsar la instauración del Frente Político Plurinacional
del Perú-Tawantinsuyano y de esta manera con este instrumento político,
demandar el respeto de nuestros derechos constitucionalizados, como también los
instrumentos jurídicos internacionales que hacen referencia a nuestros derechos
ancestrales, bajo el denominativo del Derecho de los Pueblos Indígenas, el
convenio 169/OIT y todos los instrumentos jurídicos internacionales que los
gobiernos firmantes no la cumplen, como es el caso de la Consulta Previa.
En esta coyuntura político-jurídica es importante condenar la corrupción
sacrosanta del poder judicial feudalizada, fiel instrumento de la INJUSTICIA
CENTENARIA. Corrupción que viene desde los tiempos de la invasión colonial,
como política de dominación y sojuzgamiento del “indio”, que durante la
república se replica con las leyes que favorecen el latifundio, el gamonalismo
que consagra autoridades locales, regionales y nacionales para instalar el
gobierno de los oligarcas terratenientes y gamonales como se experimentó en la
década de 1920-30, que los kechuas, aymaras y amazonenses fueron víctimas de
militarismo y de la arbitrariedad judicial, que mato y encarcelo a los pueblos
que defendían la usurpación de sus tierras comunitarias de producción.
Existen testimonios en los tribunales de justicia de la época, de cómo los
jueces sentenciaban a los “indios”, en lengua castellana, sin que el acusado
haya entendido la sentencia ni el proceso de su enjuiciamiento, pues, era un
kechua o aymara hablante, que no entendía la lengua de su opresor. Esta
realidad es constante y en la hora presente, los jueces chicaneros hacen de la
suya en complicidad con los abogados chicaneros que cobran sumas de dinero
fabulosos por una sentencia, desnaturalizando de esta manera la justa
administración de la justicia, al que nunca alcanza el pueblo soberano que no
puede comprar al juez ni al fiscal.
¿Qué ha cambiado en la administración de justicia republicana? ¿qué es el
derecho positivo para los pueblos y naciones ancestrales del
Perú-Tawantinsuyano de hoy?, cuando su entender de lo JUSTO, tiene otros
valores que expresan la equidad, el equilibrio, la armonía comunitaria de
convivencia, experimentada dentro de la civilización comunitaria de ayllus del
Tawantinsuyu. El derecho peruano o latinoamericano no más que réplicas del
derecho europeo, así por ejemplo el derecho público tiene la esencia del
derecho napoleónico de Francia, el derecho romano es el sustento fundamental de
todo el armazón de derecho peruano que se consolida con la Constitución
Política del Estado colonizador de todos los tiempos.
Es lamentable, que nuestros jóvenes estudiantes busquen ser abogados, sin
entender que a la larga se convertirán en los tiranos de su propia familia y
sociedad, lo más grave es de que los abogados de las altas esferas del poder
judicial y de los catedráticos universitarios del derecho no hayan producido
una página de reflexión jurídica que refleje la idiosincrasia cultural heredada
de la civilización tawantinsuyana, que no se hayan puesto a estudiar y
reflexionar sobre el “derecho indiano”, que pudo ser una pauta para emprender
un camino propio de lo que debería haber sido el derecho de los pueblos que
salían de la colonización española. Sin embargo, se enfeudaron en el derecho
romano, el derecho eclesial y el derecho europeo, que no expresa la esencia del
derecho de los pueblos y naciones forjadoras del derecho justo comunitario, que
hoy lo viene manipulando desde la óptica de la “justicia intercultural”, cuando
no es lo esencial mientras no se cuestione el origen extracontinental del
derecho positivo peruano.
Dentro de este panorama del colonialismo jurídico, encontramos a
expresidentes neoliberales: Fujimori, Toledo, García y Humala, comprometidos
con la más descarada política de la corrupción gubernamental, que no es otra
cosa que la herencia del colonialismo mental de los gobiernos anteriores, desde
Bolívar y San Martín hasta Lava Jato y Odebrecht. El periodismo serio y
responsable, como “Hildebrandt en sus Trece” nos informa el drama vergonzoso
del enriquecimiento mal habido por el que estos últimos años del siglo XX y de
inicios del tercer milenio. Los responsables del descalabro socio-económico,
político y jurídico son los gobernantes neoliberales que con canturreo
nacionalista embabucaron al electorado peruano, sobre todo, compraron la
protección del poder judicial que desde muchos años atrás, viene demostrando su
sopocamiento e indolencia a favor de corrupción institucionalizada por el
neoliberalismo gobernante.
El Señor Presidente Pedro Pablo Kuczynski, demostrando su impotencia e
incapacidad para gobernar el país, ha delegado todo su mando ejecutivo a su
escudero Fernando Zavala, quién toma las decisiones sobre temas centrales del
poder ejecutivo, como se demuestra con los 112 decretos legislativos enviados
al Congreso fujimorista. Como denuncia Hildebrandt en sus Trece, el que
gobierna no es PPK sino los tecnócratas de la CONFIEP y la INDECOPI.
Organizaciones que siempre han estado al lado de las grandes trasnacionales y
de los empresarios nativos, que día a día empobrecen al soberano.
La negra historia republicana no es otra cosa que la continuidad de la
historia inquisidora de la época del virreinato y sus instituciones
colonizadoras que subsisten en la república. Instituciones que han
institucionalizado el colonialismo interno republicano liberal y neoliberal.
Mientras el pueblo y las naciones kechuas, aymaras y amazonenses del Perú-Tawantinsuyano,
sometidos a la más cruenta desgracia de la sobrevivencia, sin ningún tipo de
protección por parte del Estado-Nación oligárquico republicano neoliberal. La
usurpación de las tierras productivas de la comunidad, única garantía de bienestar
es confiscado por el Estado-Nación y sus gobiernos, creándose de ésta manera
los grandes latifundios y haciendas; posteriormente se fueron haciendo dueños
de los derechos fundamentales, individuales y comunitarios a través de leyes y
decretos leyes que nos despojan de nuestros derechos consagrados en la
Constitución Política del Estado.
Despojo que se nos hace so pretexto de la modernización capitalista
nacional, que no ha llegado a su madurez socio-económica, muy por el contrario
se convirtió en un país proveedor de materias primas y de sembrador de miseria,
pobreza, corrupción, delincuencia, desocupación, ignorancia, prostitución
administrativa gubernamental y muchos otros males propios del sistema salvaje
del Estado-Nación republicano neoliberal dependiente de las trasnacionales y
sus gobiernos capitalistas salvajes.
Ante esta realidad lacerante es preciso exigir a los gobernantes
neoliberales, al poder ejecutivo, legislativo y el poder judicial den señales
de patriotismo y dejen sus cargos al soberano, para que ellos puedan celebrar
el Nuevo Pacto Social Comunitario y de esta manera formular su propia
constitución política, que reflejen sus derechos a la vida y a la convivencia
equilibrada y armónica de la sociedad de todas las sangres, para reconstituir
la sociedad comunitaria y su sistema económico comunitario de reciprocidad, que
debe ser sancionado en la Nueva Constitución del siglo XXI, para ello es
necesario que el gobierno CONVOQUE A LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE, para que el
pueblo y sus organizaciones socio-políticas definan el destino histórico,
político y jurídico de los kechuas, aymaras, amazonenses y la población mestiza
pauperizada.
Estas son algunas de las razones para demandar al gobierno de PPK, antes de
que el congreso Fujimorista lo sustituya en la presidencia con la congresista
Salgado, actual presidenta del congreso. Congreso que responde a la política
neoliberal fujimorista y su constitución que garantiza todas las atrocidades
económicas, políticas, jurídicas, sociales y culturales, que el pueblo las
soporta heroicamente, pero, esto debe terminar y castigarse a los responsables
de la enajenación de nuestros recursos naturales y del constante empobrecimiento, de la delincuencia,
de la corrupción y de todos los males sociales que consolida el poder de los
barbaros neoliberales en el poder colonial republicano.
La CPE neoliberal republicano, dentro de sus recovecos garantiza nuestra
demanda, sobre todo, el derecho a la insurrección política para hacer respetar
nuestros derechos constitucionales, aunque la constitución es pisoteada y
violada por los pongos políticos gobernantes en beneficio de las trasnacionales
como Lava Jato y la Odebrecht. Hoy la pus ha reventado en el seno del poder del
Estado-Nación republicano neoliberal del Perú oligárquico, copia deformada de
la revolución francesa republicana y de la anglosajona norte americana, que han
inspirado la república con propósitos nada sanos ni democráticos y libertarios.
Todo este engranaje democratizante de libertad, igualdad y solidaridad ha
sido y sigue siendo el slogan engaña niños, de la misma manera como el san
Benito de la lucha de clases, la revolución socialista proyectan engaños,
frustraciones y genocidios de la misma manera como los seudodemocratas
liberales y neoliberales.
El emblemático caso de la corrupción de ODEBRECHT y LAVA JATO
desvergonzadamente está patrocinado por el BANCO MUNDIAL (BM), organización
financiera de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Se conoce hasta la
saciedad el rol negativo del BM con relación a los países del llamado tercer
mundo o en vías de desarrollo del mundo.
El BM a decir verdad, también es impulsora de la “Declaración del Derecho
de los Pueblos Indígenas”, derechos que son simples enunciados para
distorsionar la real demanda de los pueblos y naciones ancestrales del mundo.
Los postulados que diseñan en esencia no son los que propusieron las
organizaciones representativas de los “Pueblos Indios”, agrupados en la CORPI,
en el CISA, y el CMPI de los primeros años de la década del 80 del siglo
pasado. Por ejemplo se planteó el reconocimiento de los PUEBLOS INDIOS y la
cambiaron por PUEBLOS INDIGENAS, que los expertos del BM impusieron sea
reconocido por los gobiernos miembros de las UN.
Otro ejemplo de cómo se manipula a los delegados indios en distintas
coyunturas políticas por quienes buscaron siempre que los llamados radicales
indios, no hagan prosperar sus demandas en las UN y en el concierto
internacional, así cuando se discutía el premio Nobel de La Paz de 1992, los
socialdemócratas y los protestantes impusieron a Rigoberta Menchu, cuando los
llamados indios radicales postularon a Leonardo Poltier, indio Lakota preso
político a perpetuidad en los Estados unidos de Norte América. No se entendió
el mensaje político que representaba el hermano indio Leonardo, y fue el
escenario de la traición la república de Panamá, donde se determinó la elección
a Menchu, al premio de nobel, mientras el hermano Leonardo Poltier permanece en
la cárcel, sin que Menchu haya hecho alguna gestión humanitaria y del Derecho
Humano en busca de su excarcelamiento.
La fuerza política de los movimientos indios del continente y
particularmente de América del Sur, sufre su descalabro como consecuencia de la
injerencia de los partidos de la derecha y la izquierda en el CISA, imponiendo
un ideario que respondía a la INDIANIDAD, sepultando con su conducta
oportunista y corruptora el directorio de 1983-1986, el pensamiento ideológico
político del INDIANISMO, dando paso de esta manera a los INDIGENAS sin ideario
político, mucho menos de lucha por los derechos del PUEBLO INDIO de la época de
la insurrección política de la década del 80 del siglo pasado.
Como se comprenderá, la lucha de los pueblos ancestrales de época presente,
es de los kechuas, aymaras, amazonenses no comprometidos con los partidos
politiqueros de la derecha y la izquierda latinoperuana, sobre todo, de los
comprometidos con las ONGs que también tienen su interés particular al apoyar a
las organizaciones indigenistas. Esta realidad nos demanda a que tomemos la
iniciativa de reorganizarnos y retomar la lucha política de la década de 1980
del siglo XX, para enfrentar la corrupción y el pésimo gobierno neoliberal del
anciano Pedro Pablo Kuczynski, presidente del Perú por desgracia y por
impotencia política de los indigenistas del Perú oligárquico neoliberal.
¡¡CHULLA RUNA HINALLA WAKMANTA JUÑURIKUSUN HATUN KAUSAYPAK!!
¡¡KAUSACHUN LLAQTANCHISPAK MUNAYNIN, HATUN PAK`ARIYNIMPAK!!
¡¡ INDIO HINATA ÑAK`ARICHIWARK`ACHIS, INDIO HINALLATAKMUIN
SAYARIKUSUM!!.
Dr.
AURELIANO TURPO CHOQUEHUANCA.
CATEDRATICO
E INTELECTUAL KECHUA DEL PERU-TAWANTINSUYANO
Wuak`eykuna,
panaykuna
Nok`anchis
Hatun k`allpayukmi kasianchis, manarakmin wañuchiwanchischu, pisk`a pachas
watatan pornak`anchis, llaqtanchispak munayninta p`uturichista munaspa.
Kamachikuyninchista
kunan hallin ñanman churarisun, nisutaña ñak`arinchis mistikunak munaynimpi, gobiernumanta
pacha kamachisk`ata.
Perú-Tawantinsuyu
Hatun llaqtanchis, wakmanta p`uturichisun, hallin kausayninchispak, chaypaktak
nok`anchis llank`arisun. Chay llank`ayk`a kasian makinchispi, chayrayku “Frente
Político Plurinacional del Perú-Tawantinsuyano”, sutichask`ata puririchisun,
chaywan wak kausayta churasun klalan llaqtamasinchiskunapak.
Gobiernuman
chayananchis, chaymanta pacha, Hallpa mamanchista nok`anchis kausayninchispak
p`uturichisun, manaña mistikunapakñachu. Paykuna iskay pachak watataña hallinta
k`apayanku, nok`anchistas ñak`ariy ukupi kausakusianchis, chay ñak`ariymanta
Hatun kallpanchis kunan pak`arimun, wak kausayta mask`aspa.
K`apak
Ñanta puririsun chula runa hinalla, chay ñan wak kausayman apariwasun,
chayrayku kunan uk`unchista k`awarisun, chay kallpanchiswan gobierno kasun,
wawanchiskunapak, paykuna kamachikamunk`aku hallin kausaypak, hallin
llank`anankunapak.
hayllan nok`ak rimaynin k`ankunapak.